lunes, 14 de mayo de 2018

Música y Educación

En este artículo se hace referencia a dos de mis pasiones: la enseñanza y la música y lo importante de unir ambas para conseguir el éxito en la educación. Una educación completa estaría acompañada de la música y por la música desde el comienzo, puesto que la música vive con nosotros desde el principio hasta siempre....España tiene aún mucho recorrido por delante en este aspecto, llevándonos la delantera países europeos como Finlandia y Suecia o Estados Unidos, donde el aprender a tocar un instrumento, pertenecer a la banda del Instituto o participar en una obra musical se considera algo completamente normal y normalizado dentro de las horas académicas.

 El artículo es de Susanna Rodríguez, publicado en Mayo de 2015 en eMagister. 

 "En la antigua China, Confucio no concebía la educación sin la música, a la que consideraba la segunda más importante de las seis artes esenciales en las que educar a los jóvenes, que eran: ceremonias, música, tiro con arco, conducción de carros, escritura y matemáticas. Sin ir tan lejos en el tiempo, en 2011 la cantante islandesa Björk lanzó su álbum «Biophilia» con la intención de que sirviera como material didáctico para niños de 10 a 12 años y les inspirase a desarrollar su creatividad combinando música, naturaleza y tecnología. Cada pista del álbum describía un fenómeno natural como el ciclo de la luna, la reproducción del ADN o el movimiento de las placas tectónicas. El proyecto fue muy exitoso en las escuelas de Reikjavik y sigue en marcha. En cambio, en España parece que «la música distrae de las demás asignaturas», según dijo el ministro de Educación José Ignacio Wert, y ya no es obligatoria en educación primaria. Si quieres conocer la importancia y los beneficios de la música en la educación, sigue leyendo. 

 Estudios científicos señalan que la música tiene efectos positivos en el desarrollo cognitivo, creativo, intelectual y psicológico de los niños. Incluso se ha demostrado que la música estimula el hemisferio izquierdo del cerebro, el encargado del aprendizaje del lenguaje, los números y el uso de la lógica. Para conocer cómo se lleva esto al terreno práctico, hemos entrevistado a Anna Díez Bereziartua, dedicada hace más de treinta años a la enseñanza musical con niños, adolescentes y adultos. «Que la música aumenta la capacidad de memoria, atención y concentración de los niños no es nada nuevo. Como tampoco lo es la relación existente entre música y matemáticas» nos dice. Pero vayamos por partes. «El trabajo melódico favorece la memorización de textos y la correcta acentuación de las palabras e incluso mejora la dicción. El trabajo auditivo con melodía y timbre beneficia la capacidad de concentración y el aprendizaje de otras lenguas. Mientras que el trabajo rítmico ayuda a la comprensión de las relaciones matemáticas», cuenta Anna Díez. 

 De hecho, a principios de este año, la Universidad Autónoma de Barcelona acogió a profesores universitarios y formadores de maestros de distintos países europeos del proyecto European Music Portfolio: Sounding Ways into Mathematics (EMP-P) que pretende incidir, por un lado, en el trabajo conjunto de habilidades matemáticas y musicales en la educación primaria y, por el otro, en el fomento de la creatividad de los docentes como medio para favorecer una educación más interdisciplinaria. Algunas escuelas piloto del área metropolitana de Barcelona ya lo están integrando y se ha creado un grupo de trabajo llamado Musicomàtics. Ante la supuesta interferencia de la música en el aprendizaje de otras materias, parece que es más bien todo lo contrario. «La música ayuda a interrelacionar conocimientos», afirma Anna Díez, que trabaja actualmente como profesora de música de primaria y secundaria en Escola L’Horitzó de Barcelona, una escuela que basa su proyecto en ofrecer al alumnado todos los recursos a su alcance para que sean capaces de elaborar su propio futuro. Da mucha importancia a uno de los recursos: la música, que acompaña a los alumnos desde el primer día de su escolaridad hasta el último. 

 «El aprendizaje musical ayuda a la sociabilización y fomenta la colaboración, el espíritu crítico y el respeto cuando se hacen actividades colectivas. Además, a través de las canciones se pueden aprender valores, hábitos, el alfabeto, las tablas de multiplicar, etc. Por ejemplo, podemos relacionar la tabla del número tres con el ritmo del vals. Es más, a partir del estudio de un instrumento se pueden trabajar muchas asignaturas: geografía (de dónde es originario), historia (cuándo apareció), matemáticas (tamaño y proporciones), física (acústica y sonoridad), plástica (dibujándolo o creándolo con distintos materiales) y todo lo que se le ocurra al profesor», comenta Anna Díez. 

 ¿Y por qué es tan importante? Porque la música nos acompaña en todas las etapas de nuestra vida y, afortunadamente, hoy en día la comunidad educativa tiene claro el papel clave que juega la música en la formación global de los alumnos y tanto los padres como la sociedad en general comprenden que las materias artísticas son importantes para el buen desarrollo de los niños".

¡Disfrutad de la música en vuestra vida diaria y enseñad a los niños la importancia de vivir y sentir la música en todos los aspectos de la vida!

jueves, 3 de mayo de 2018

David Calle, un docente de los que hay pocos.


          David Calle, un profesor Youtuber que ha sido nominado entre los 10 finalistas al Global Teacher Prize en 2017. También está considerado como una de las 100 personas más creativas a nivel mundial.

             Con esta pequeña introducción quiero abrir mi entrada. Cómo una persona, docente por vocación, optó por grabar vídeos para poder ayudar a sus "chicos" ya que no le daba tiempo a explicarlo todo y como de forma casual y con esa habilidad de "hacer lo difícil fácil" según sus alumnos, se ha convertido ya en un referente.
 
              ¿Cómo podemos trasladar esa vitalidad y ganas a la FPE?, pues creo que disfrutando cada momento, haciendo lo que más nos gusta e intentando llegar a todos. Nadie ha dicho que fuese fácil, pero si posible.

                Cuando leí la noticia, me puse a buscar para saber más sobre él y como consigue hacerlo y me ha sorprendido gratamente, motiva constantemente, pone ejemplos de la vida cotidiana y comparaciones que todo el mundo ha visto o vivido.

                 Para mí, es un modelo de persona y de docente a seguir e intentar llegar ha hacer lo mismo que él, pero cada uno en su estilo. Creo que se puede aprender muchísimo de personas como él, que viven y disfrutan de su trabajo.

                  A continuación os dejo un pequeño vídeo para que disfrutéis, y para quien no lo conozca aún, se sorprenda tanto como lo hice yo.

Un saludo.

miércoles, 2 de mayo de 2018


EL DOCENTE INNOVADOR Y CREATIVO

 

El profesor innovador y creativo es capaz de adaptar y modificar el entorno a su beneficio y sus fines. Logra integrar  las tecnologías de la información  y de la comunicación con otras herramientas que son eficaces, creando de esta forma nuevas técnicas y formas de docencia.

Un profesor creativo no trabaja con una clase cerrada, debiendo ser abierto y flexible y mostrando confianza en sí mismo. Las características más importantes en este tipo de docentes, entre otras son:

·         Utilizar las TIC en el aula como instrumento de trabajo. No sólo debes incluirlas en las diferentes etapas educativas de forma constructiva y positiva, sino que es necesario que hagas un uso adecuado de ellas para potenciar el aprendizaje y la enseñanza. 

·         Enfocar el proceso enseñanza-aprendizaje hacia el desarrollo de las inteligencias múltiples. De esta manera, promoverás en el alumno la construcción de su propio camino hacia el pensamiento, por lo que le estarás ayudando a reflexionar, a ser más competente y más resolutivo.

·         Combinar diferentes tipos de trabajo y agrupamiento de los alumnos. El objetivo es fomentar relaciones interpersonales satisfactorias y un aprendizaje más cooperativo, alternando el trabajo autónomo e individual, igualmente necesario.                              

·         Educar en valores. Es una de las principales claves para ser realmente innovador, no existe innovación posible si no se cuenta con un entorno sano y tolerante.

·          Invertir tiempo en formación profesional. Apuesta por cursos, participa en eventos o simposios, lee, investiga y navega por la Red en busca de nuevos avances educativos, propuestas pedagógicas, técnicas y actividades para llevar al aula.

·         Saber incorporar las realidades culturales a sus procesos educativos.

·         Dejar al alumno que sea el protagonista de su propio aprendizaje. Es muy importante tu papel como guía en el proceso educativo y, para ello, debes otorgar al alumno el mayor protagonismo posible, confiando en sus capacidades de adquisición y de conocimiento y contribuyendo a que aumenten las situaciones que propicien un aprendizaje significativo y por descubrimiento.

·          Alentar los proyectos personales y mostrar entusiasmo por las ideas del alumnado. 
 

·          Utilizar la documentación pedagógica para explicar los procesos de descubrimiento y aprendizaje de los alumnos. Debes posicionarte como observador e investigar las estrategias de aprendizaje que los alumnos ponen en marcha para intentar comprenderlas y aprender de ellas.

·         Crear un clima agradable y educativo para los alumnos.   El espacio se concibe como un educador más a la hora de llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Debe brindar seguridad, calidez y ofrecer diversas posibilidades de acción, movimiento y descubrimiento.


He tenido un sueño!!!



Formación Profesional para el Empleo (FPE)


Según la web de la junta de Andalucía: 

“ La Formación Profesional para el Empleo (FPE) integra en uno solo los anteriores programas de Formación Profesional Ocupacional (FPO) y de Formación Continua. Se trata de un conjunto de acciones que tiene como objeto impulsar y extender entre las empresas y los trabajadores ocupados y desempleados una formación que contribuya a la mejora de la competitividad y de la productividad de las empresas. Asimismo, pretende mejorar la empleabilidad de los trabajadores, especialmente de aquellos colectivos que tienen mayores dificultades de acceso al mercado laboral o de mantenimiento en él.”

Si ésta es la denominación de la FPE que adoptan nuestros responsables sobre la educación, ¿que sería entonces la Formación Profesional “Clásica”?.

Pasemos a que dicen nuestros “sabios”:

“Ciclos de Formación Profesional 
La formación profesional comprende un conjunto de acciones formativas que capacita, a través del desempeño cualificado de diversas profesiones, para el acceso al empleo y la participación activa en la vida social, cultural y económica.
Todos los ciclos de formación profesional incluyen en su currículo, además de los módulos asociados a competencias profesionales, formación relativa a prevención de riesgos laborales, tecnologías de la información y la comunicación, fomento de la cultura emprendedora, creación y gestión de empresas y autoempleo y conocimiento del mercado de trabajo y de las relaciones laborales.
Asimismo, todos los ciclos formativos de formación profesional contienen un módulo de formación en centros de trabajo, con la finalidad de completar las competencias profesionales en situaciones laborales reales.”

Está claro, visto lo visto y leído lo leído, que la FPE es o debería ser extremadamente más efectiva y adaptada a las necesidades del mercado laboral además de ser más ágil para acoplarse al continuo cambio en el catálogo de ocupaciones y familias profesionales, más cuando con los continuos cambios tecnológicos y socioambientales, surgen cada día nuevas disciplinas que requieren de un marco educativo para formar a profesionales que cubran estas necesidades actuales. Si esperamos al proceso burocrático que implica una (otra más) reforma en la FP reglada, llegamos a la solución ya con un déficit de: contenidos, de docentes preparados y de alumnos que demandan nuestros programas educativos.

La FPE se nutre, con sus certificaciones y sobre todo en el de Docencia de la formación profesional para el empleo, de docentes con un altísimo grado de capacitación para afrontar con entusiasmo, motivación y profesionalidad lo que realmente demanda el mercado laboral real. Son profesionales experimentados en sus disciplinas que van a inculcar a su alumnado la realidad desde el primer día, dándoles la oportunidad de hacerse con las herramientas para afrontar los retos que van a encontrarse el momento que finalicen sus cursos con una tremenda ilusión, pero sobre todo con las aptitudes necesarias para ser competitivos y válidos para la empresa que los acoja.


Entre todos, empezando por la comunidad FPE-educativa, la FP reglada y toda la sociedad, fomentar un cambio que enriquezca nuestra Formación Profesional, con centros equipados de talleres y material excelente (que ya lo están) y equipos de docentes y alumnos que entre todos construyamos una sociedad donde la Formación Profesional sea realmente lo que debe ser, la parte indispensable de un país que permite evolucionar profesional y tecnológicamente por igual que su Universidad.

No sé si a través de una integración de todas las formaciones profesionales. Igual el proceso es más lento de lo que un servidor imagina. O tal vez no, que la FPE comience a ser lo que su ADN le dicta, sin tener las barreras que actualmente tiene, que sus centros se llenen de programas docentes, de alumnos y de riqueza y entre todos poco a poco conseguir una enseñanza ágil, flexible y adaptada, llena de docentes profesionales, preparados, experimentados y motivados, en centros vivos y bien equipados y alumnos que se sienten ilusionados y atendidos a las necesidades reales que demandan ellos mismos y su futuro inmediato.

¿Utopía? NO, las bases existen ya (Centro de FPE, Cartuja, Granada) y estoy seguro que en toda nuestra comunidad autónoma hay muchísimos más, sólo nos falta creérnoslo y empezar a trabajar ya para hacerlo realidad.

Me encantaría conocer vuestra opinión, aunque sea en dos palabras... una positiva y otra negativa... como diría nuestro Domingo.

¡Entre todos lo conseguiremos!

viernes, 27 de abril de 2018

El Síndrome de Burnout o profesor quemado






 Muchos lo sienten, pocos saben lo que padecen. El síndrome del burnout, en educación, forma ya parte del bagaje de dolencias que hacen de la vocación docente un displacer más que un goce cotidiano. 
 Ejercer como profesor y vivir ciertas condiciones, puede generar un desgaste personal, estrés crónico, cansancio emocional, agotamiento que influyen, de distintas maneras, en su quehacer diario, repercutiendo en el normal desarrollo de su labor. Esto puede llegar a derivar finalmente en el síndrome denominado del “profesor quemado” o “burnout”. En este caso, como en tantos otros, resulta imprescindible la prevención. 
 El vínculo que deben sostener con alumnos, a veces, con malos hábitos, la carencia de valores, las discusiones, la sobrecarga en las tareas, la incomprensión de ciertos directivos, la baja remuneración económica, el no reconocimiento de su labor son los conflictos que influyen sobre la autoestima, provocando que esta disminuya y que se produzcan, en consecuencia, una serie de síntomas que conforman el burnout. Dichos síntomas pueden ser: 
 Sentimientos de baja realización personal: El profesor quemado, siente que fracasa en su trabajo y en su vida íntima. Sus relaciones laborales son ineficaces, Siente que no controla la situación ni sabe tratar con sus compañeros ni con sus alumnos. Esto ocasiona que piense que no tiene potestad alguna con respecto a sus pupilos y que genere síntomas de derrota o de ansiedad al verse desbordado por la situación. 
 Agotamiento emocional: Un docente que presenta el síndrome de “Burnout” siente agotamiento emocional, tristeza, y sentimientos de “no puedo más”. Puede también ocurrir que estos síntomas se trasladen al terreno fisiológico y su propio cuerpo sufra con insomnio, cefaleas o molestias gastrointestinales. 
 Puede presentar síntomas de despersonalización: Al sentirse inútil y con baja capacidad emocional para llevar a cabo su día a día, el profesor se aleja. Intenta tener la mínima relación con los alumnos y con su trabajo posible. Está distante y no puede hacer nada por evitarlo. Esto puede llevarlo a ausentarse de su puesto de trabajo y a negar que sufre ningún síntoma de los anteriores. 
 Casi imperceptiblemente, esta situación conflictiva lo va llevando a escenarios extremos donde el cansancio, la apatía, la depresión le imposibilitan alcanzar sus objetivos, no solo en su vida laboral, sino también en el plano personal. Un grado alto de burnout en los profesores trae como consecuencia un trato más distante e indiferente a los alumnos y menos atención a sus necesidades educacionales específicas. Esta actitud puede llegar a tener consecuencias negativas en la formación. El profesor quemado ha perdido el interés por la enseñanza, y las ganas de educar. Es posible que este agotamiento físico y emocional, le conduzca a tolerar ciertas conductas y comportamientos que en otras circunstancias no se permitirían. 

                                                                 Consecuencias del Síndrome de Burnout

 Es por todo esto que deberá encontrar estrategias que lo ayuden a efectuar modificaciones en sus acciones cotidianas que se han tornado rutinarias. Visualizando y asumiendo que el período de crisis que está transitando le da la posibilidad de adquirir las herramientas necesarias para defenderse frente a las situaciones que le causan desgaste emocional, pérdida de la esperanza, sentimientos de inseguridad y baja autovaloración.
 La mejor defensa frente a estos problemas pasa por la prevención. La prevención debe abordar a todos los agentes en juego, haciendo incuestionable el respeto social a la integridad moral y el rechazo a cualquier forma de violencia, la implicación de todos los colectivos profesionales(educativos, sanitarios, jurídicos, etc.) en la asunción de una cultura preventiva, la negociación colectiva como instrumento para determinar buenas prácticas laborales y la constitución de órganos multidisciplinares que velen para encontrar una solución satisfactoria a los casos que se planteen. 
 La prevención se puede llevar a cabo desde varios puntos de vista: a nivel individual y a nivel grupal: 
- En el nivel individual, el empleo de estrategias de afrontamiento de control o centradas en el problema previene el desarrollo del síndrome de quemarse por el trabajo. Por el contrario, el empleo de estrategias de evitación o de escape facilita su aparición. Dentro de las técnicas y programas dirigidos a fomentar las primeras se encuentran el entrenamiento en solución de problemas, el entrenamiento de la asertividad, y del entrenamiento para el manejo eficaz del tiempo. También pueden ser estrategias eficaces olvidar los problemas laborales al acabar el trabajo, tomar pequeños momentos de descanso durante el trabajo, y marcarse objetivos reales y factibles de conseguir. Desarrollo de conductas que eliminen la fuente de estrés o neutralicen las consecuencias negativas del mismo. Aumentar y conservar las amistades con interacciones satisfactorias y emotivas, delegar responsabilidades, no creerse indispensable, solicitar ayuda cuando el trabajo es excesivo o cuando no se está preparado para afrontarlo, compartir los problemas laborales, las dudas y opiniones con los compañeros. 
- En el nivel grupal e interpersonal el empleo de estrategias de prevención e intervención pasan por fomentar por parte de los compañeros el apoyo social: los individuos obtienen nueva información, adquieren nuevas habilidades o mejoran las que ya poseen, obtienen refuerzo social y retroinformación sobre la ejecución de las tareas, y consiguen apoyo emocional, consejos, u otros tipos de ayuda. Algunas formas de ofrecer apoyo son las siguientes: escuchar al sujeto de forma activa, dar apoyo técnico, crear necesidades y pensamiento de reto, potenciar su creatividad, ofrecer apoyo emocional, participar en la realidad social del sujeto, fomentar su autoestima valorando su autoeficacia. 
 En cuanto a las técnicas para prevenir este síndrome podemos decir que mayoritariamente se efectúan a través de la organización y reestructuración del tiempo extralaboral. El objetivo por tanto, consiste en incrementar en el individuo una serie de recursos personales de carácter genérico. Las más asequibles y eficaces son las siguientes: 
– Desarrollo de un buen estado físico (higiénico, dietético y físico)
 – Dieta adecuada 
– Apoyo social (relaciones) 
– Distracción y buen humor 
– Visión positiva 
– Actitud psicológica: reconocer la situación y las propias actitudes 
– Autoconfianza 
– Información adecuada


jueves, 19 de abril de 2018

Psicología Transgeneracional

El árbol genealógico es a la vez nuestra mayor trampa y nuestro tesoro mas preciado
(Alejandro Jodorowsky)


Todo lo que nos ocurre a lo largo de nuestra vida (trabajo, salud y amor...), no es fruto de la casualidad y ni siquiera de nuestras decisiones, ya que éstas están condicionadas por nuestra información inconsciente que procede de nuestro árbol genealógico... Nuestros ancestros, vivieron situaciones de dolor que no supieron o no pudieron afrontar, sencillamente por los condicionamientos sociales de la época que les tocó vivir...(Encarcelamientos y muertes injustas, casamientos forzados, relaciones sexuales no deseadas, descontrol de la natalidad [por abusos o porque lo manda Dios.....], incestos, humillaciones, pérdidas de fortuna etc...) Todo queda grabado en la memoria del clan familiar, a la espera de que el hereder@ tome conciencia y aporte una nueva forma de vivir y por lo tanto de dejar de sufrir. Nuestros ancestros necesitan ser comprendidos, trascendidos y liberados en un ACTO SUPREMO DE CONCIENCIA (DE PERDÓN). EL PERDÓN es, comprender que no hay nada que perdonar sino que yo soy víctima de un programa y nuestros familiares y parejas también. Nosotros llevamos toda la información de nuestros ancestros pero no todos expresamos la misma información. Ello depende de la RESONANCIA que lleve cada descendiente que, por otro lado, guiará su misión en la vida. Cuando una persona empieza a indagar en su propio árbol genealógico, todo el sistema familiar comienza a moverse, pero no sabemos hacia donde va ese movimiento, y eso causa, en ocasiones, inquietud. Nuestros cuestionamientos y cambios personales provocan reacciones en el clan familiar y eso nos mueve todo lo aprendido: valores, tradiciones, creencias, tabúes... Lo curioso, es que tenemos tanto miedo de que el sistema familiar se mueva, como de quedarnos sin conocer de qué manera podríamos cambiar nuestras vidas... 

lunes, 16 de abril de 2018


    DOCENTES DECENTES

  
                                                                                                                       Hace poco he leído un artículo de Víctor Núñez en el blog de LA RAZÓN, el cual me ha llamado la atención. Aunque pienso que no solo existen los buenos docentes que son capaces, con dedicación, ilusión y perseverancia llegar a sus alumnos a través de mil y una formas y resquicios; y los malos docentes que realizan su trabajo con desgana y no les importa si lo que intentan comunicar llega o no a los demás. También están los docentes que después de una carrera larga y costosa y unas oposiciones que les ha podido llevar años, están muy preparados intelectualmente, pero en cambio, no tienen las capacidades necesarias para hacer llegar esos conocimientos a sus alumnos. 

     
Estas capacidades se pueden adquirir en gran medida, aunque de ellos depende encerrarse en sí mismos y pensar que tienen aprendido todo lo que deben saber. O por el contrario seguir aprendiendo a comunicar y llegar a sus alumnos con todo el potencial posible. No se debe olvidar que es el alumno el que aprende y el docente es el encargado de despertar el interés de éste para que adquiera los conocimientos que se le están ofreciendo.
     
     Este es el artículo. 


Por Víctor Núñez

Una vez escuché en un homenaje a un profesor universitario que  no había profesión más decente que la del docente. Me pareció una frase ingeniosa que encerraba una verdad y el reconocimiento a una labor imprescindible para cualquier sociedad. De mi triple faceta profesional como periodista, empresario y profesor, me siento especialmente orgulloso de la tercera. Dicho esto, y como todo en la vida, existe la otra cara de la moneda. ¿Todos los docentes son decentes? Pues la verdad es que la inmensa mayoría sí los son. Pero como en cualquier profesión existen garbanzos negros. Esto no sería muy grave si no fuera por los devastadores efectos de un mal docente en sus principales víctimas: los alumnos. Igual que ya razoné por aquí,,homenajeando al polaco Ryszard Kapuœciñski que no se podía ser periodista y mala persona, menos aún debe haber profesores en activo que sean malas personas.

En España, afortunadamente, existe una buena percepción de la profesión docente y es, de hecho, la segunda más valorada por la sociedad, según distintos estudios del CIS, solo por detrás del personal sanitario (médicos y enfermeros). Aunque existan motivos para pedir un mayor reconocimiento, las condiciones económicas de los profesores de enseñanzas obligatorias son dignas. Lejos quedaron, felizmente, aquellos tiempos en los que se decía “pasas más hambre que un maestro de escuela”. Es cierto que los profesores se enfrentan a problemas nuevos que implican un gran esfuerzo como la constante innovación, la vertiginosidad de las TICs, y lo que es peor, un cambio brusco en la relación con estudiantes y familias. Todo ello debe servir para mostrarles todo el apoyo de la sociedad y una mayor protección por parte de las administraciones.

En cualquier caso, conviene ser exigente con uno mismo y, más allá de las reivindicaciones, mirar qué puede hacer cada cual por mejorar su trabajo. También los profesores. Un docente, especialmente el que está en las etapas obligatorias, es un referente para los niños y su guía en las procelosas aguas del saber y de la Vida. Una buena maestra puede despertar en el niño el genio dormido de la literatura. Un maestro tenaz y persistente puede conseguir que un zote salga adelante. Una maestra cariñosa y alegre puede sacar del pozo de las desdichas al niño víctima de un hogar desestructurado. Los maestros no pueden permitirse el lujo de desfallecer en su ingente labor, no pueden sucumbir ante el marasmo de la gresca política, ni pueden desfallecer en el empeño de formar mejores ciudadanos.

A lo largo de mi experiencia profesional he impartido formación y he conocido a centenares de profesores y, en ocasiones, formo a claustros enteros. En casi todos los colegios descubro gente maravillosa, profesional y con ilusión a raudales. Pero, también, a veces descubres miradas esquivas y esquinadas, ves caras agrias, hueles la desgana y atisbas ciertos gestos que no transmiten nada bueno. En esas ocasiones siento indignación y miedo. Y es que no se puede ser un mal docente. Al que no le guste esta profesión, que se dedique a otra cosa. Pues a contrario sensu de la frase con la que he iniciado esta reflexión, no habría una labor más indecente que la de un mal docente.